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Jerónimo Palacios Vela

Eficacia, eficiencia y efectividad

Tal y cómo se vende hoy, la productividad parece el remedio a todos los males, incluida la crisis, y puede ser el factor que impulse a muchos paises, como España, con una competitividad bajísima, a salir de la recesión y superar la crisis. ¿Cómo puedes descubrir tu potencial en productividad?

En primer lugar, hay que tener en cuenta que somos productivos per se. La medición de la productividad no podría tener lugar si no fuera por comparación. ¿Cual es el factor determinante en la comparación de la productividad?

Un ama de casa es productiva si se encarga de realizar todas sus tareas diarias y mantener su casa. De la misma manera, un ejecutivo es productivo si se encarga de hacer todas sus funciones y mantener al día todas las competencias de la que es responsable. Es realmente difícil medir en términos de horas, coste o éxito el grado productivo de dos personas y profesiones tan distintas.

Aún así, si queremos homogeneizar los hipotéticos resultados de un estudio que midiera perfiles tan variables, tendríamos que utilizar otros medidores normalizados, es decir, que de un mismo vistazo, supiéramos que la información que tenemos es fiable y se puede aplicar igual a todos los perfiles objeto del estudio.

Éstos tres medidores son:

  • La eficacia mide el grado de consecución de un objetivo. Si tengo que criar 10 pollos de granja y al final de un tiempo determinado, todos los pollos están sanos y listos para el consumo, entonces podríamos decir que he alcanzado una eficacia del 100%.
  • La eficiencia mide el grado de consecución de un objetivo con respecto al coste de recursos del mismo. Es decir, si además de criar los 10 pollos, hemos gastado la cantidad óptima de alimento y otras materias primas necesarias para hacerlo, podemos asegurar que la consecución del objetivo además, ha sido eficiente.
  • Por último, la efectividad incluye un factor positivo o negativo con el entorno, el de la ecología. Es decir, además de criar 10 pollos y alimentarlos de forma eficiente, lo hemos hecho con alimento biológico y no hemos hecho daño al entorno. Podríamos decir que el “karma” influye en la medición.

En ocasiones, la productividad no tiene en cuenta todas estas variables, y como muestra un botón(**).

Javier tiene una plaza como funcionario en la administración pública andaluza, donde tiene asignado un puesto con competencias de técnico. Javier, en su afán de mejora diaria y de hacer su trabajo mejor, decidió iniciarse en la productividad: Lo primero que hizo fue ordenar y mantener su mesa llena de papeles, así como su bandeja de correo electrónico a cero durante todo el día. En este punto Javier se encontraba O.K.

Javier siguió leyendo y leyendo sobre productividad, y decidió comenzar a realizar otros cambios productivos en su vida, como levantarse muy pronto y enfocarse en un orden absoluto que incluso podría calificarse de manía. Pronto empezó a decir a sus compañeros como debían comportarse, así como a su mujer e hijos, e impuso un estricto orden de productividad en casa que favoreció que todos hicieran muchas más cosas en menos tiempo. En este punto Javier se encontraba O.K., su fuerza y energía vital disminuyó un poco y su entorno, aunque receloso, se encontraba O.K.

Decidió hacer todavía más cambios en su vida, y comenzó a enfocar su energía en otros aspectos, sobre todo los relacionados con su entorno: Adoctrinaba sobre la productividad, reñía a sus niños si introducían algún cambio en la agenda de tareas programada, y cuando consiguió un ascenso gracias a su excelente productividad, se convirtió en los que muchos denominaron el pequeño dictador. Javier tenía que imponer sus normas. En éste momento Javier ya no se encontraba tan O.K., su entropía energética con el exterior había aumentado mucho y su entorno había comenzado a rechazarlo.

Quizás la primera conclusión a la que podemos llegar, es que Javier se excedió en lo que a sus labores le correspondía y no supo calibrar donde se encontraba situado en el mundo, aunque si rascamos un poco más, veremos como muchas veces nuestro propio afán por hacer las cosas mejor, influye negativamente en nuestro entorno.

Cuando somos dueños de la verdad, y las personas empiezan a sentir que estamos por encima del bien y del mal, entonces debemos plantearnos no sólo si somos eficaces o eficientes, sino también si estamos siendo efectivos.

* Nota sobre la efectividad: Ésta definición es una interpretación de la efectividad, que yo considero y asumo como la correcta. Aunque recomiendo ir a Google o a la Wikipedia y sacar conclusiones propias

** Nota sobre Javier: El caso expuesto es un caso real, que tengo autorización a reproducir por el sujeto protagonista de la historia

Leyendo las manos

Si hay un elemento en comunicación no verbal que puede proporcionarnos una información muy valiosa de como se encuentra nuestro interlocutor, son las manos. Las manos son un refuerzo del mensaje, pero cuando se encuentran en un estado inconsciente también pueden darnos información de las emociones que siente la otra persona. Foto: Lolita

Recordar, como hago habitualmente, que el Lenguaje No verbal se asemeja más a un arte que a una ciencia, y sin todos los datos referentes al entorno, resulta muy difícil saber cuando se trata de un mensaje u otro, ya que depende tanto del propio mensaje como del contexto en el que se emite.

  • Posición de las manos. Cuando una persona se encuentra relajada, habitualmente las manos se encuentran juntas, tocándose la punta de los dedos o entrelazadas sin generar ninguna tensión entre sí. Cuando las manos se encuentran pegadas al cuerpo, indican que la persona se encuentra cómoda, si éstas se encuentran separadas, indican que necesitamos espacio. Si están cruzadas por detrás de la espalda, la persona se encuentra receptiva a nuevas propuestas, si se encuentran cruazadas por delante, indican que la persona simplemente está atenta y alerta a lo que decimos.
  • Posición de las palmas. Las palmas pueden estar abiertas hacia el exterior, lo que indicaría apertura, o hacia la persona, lo que podría indicar tanto que la persona se encuentra receptiva pero poco propensa a aceptar per se nuevas ideas u opiniones, como que simplemente necesita procesarlas antes de darlas por buenas y aceptarlas. También puede ocurrir que la palma cubra alguna de las zonas de nuestro cuerpo (los genitales, la boca). Eso indicaría que nos preocupa lo que estamos percibiendo y nos preparamos para defendernos.
  • Dilemas y tensiones. Las manos además nos indican el estado emocional de nuestro interlocutor. Si estas se encuentran enlazadas de forma tensa, probablemente la persona siente rabia o frustración por algo que está ocurriendo. Los puños fuertemente cerrados son señal inequívoca de violencia, aunque otros gestos como las manos entrelazadas cogiendo las muñecas pueden indicar un problema con nosotros, que somos los interlocutores. Los dedos tamborileando sobre una pierna o una mesa indican impaciencia, probablemente provocada porque nuestro argumento no está calando con la suficiente intensidad
  • Frotarse las manos. Clásico gesto indica que la persona está construyendo un futuro mental en el que las condiciones y sucesos son favorables para ella. Por ejemplo puede ir acompañado de la frase: “Con este negocio vamos a ganar mucho dinero”. Probablemente la persona esté pensando en plural, inconscientemente sabe que éste negocio va a ser muy productivo para él/ella en particular.
  • Jugar con el anillo. Éste gesto es muy seductor, e indica que nuestro interlocutor tiene un dilema debido a que estaría dispuesto a llegar más lejos, generalmente en el ámbito personal, con nosotros. Lo cual le produce ansiedad. El hecho de quitarse imaginariamente el anillo es un gesto de seducción y de apertura que generalmente viene dado por encontrarse muy cómodo en una situación determinada.
  • Mover los pulgares. Éste caso en particular, la persona se encuentra con las manos entrelazadas, en aparente distensión, pero juega con los pulgares uno sobre otro o a dar vueltas entre ellos. Éste gesto indica que la paciencia de la persona se está acabando, y que es probable que en breve corte la interacción o se evada de la misma.

El objetivo de ser consciente de este tipo de comunicación es poder reforzar nuestro mensaje hacia donde creemos, en base a nuestra observación, que éstamos fallando, y justificar así nuestra intuición, que muchas veces nos indica mensajes contradictorios que no somos capaces de distinguir con claridad al no tener algunas herramientas, como el Lenguaje No Verbal, lo suficientemente desarrolladas.

Como último detalle, la posición de las manos se utiliza en meditación para inducir al cuerpo a estar receptivo hacia un tipo de percepciones u otras durante el tiempo que dura el estado meditativo.

5 signos de que nos mienten

Detectar mentiras siempre ha sido uno de los aspectos por los que más nos hemos preguntado. Para ello se han inventado multiples sistemas, como el famoso polígrafo o el suero de la verdad, que nos permiten saber si una persona está diciendo la verdad o no. Foto: Leo Reynolds

El lenguaje no verbal se asemeja más a un arte que una ciencia, ya que constantemente se producen gestos funcionales que podrían despistarnos. Lo mejor en el caso de estar iniciándose es no intentar analizar cada uno de los gestos que se producen, sino ir fijándose en los macrogestos y poco a poco ir mejorando nuestras percepciones.

Aquí van cinco señales de que nos están mintiendo:

  • Llevarse las manos a la boca o a la nariz, taparse la boca o rascarse la cara. Suelen ser signos que indican que hay algo que ocultar, que algo huele mal, o que nos hace sentir incómodos: picores.
  • Mirada fija en el interlocutor, evitar mirar hacia abajo. Las personas necesitamos desviar la atención unos microsegundos para poder pensar y acceder a cierta información en nuestro cerebro. Si la persona nos está contando una experiencia personal, necesariamente tendrá que mirar hacia abajo, pero los mentirosos no lo hacen porque creen que es un gesto que podría desenmascararles.
  • El tamaño de las pupilas. La pupilometría al principio parece muy complicada, debido a que fijarse en el tamaño de las pupilas de las personas es, a priori muy complicado; una vez que se va cogiendo práctica, es casi una de las maneras de saber que pasa por la cabeza de la persona. Un tamaño de pupila reducido indica que la persona no se encuentra aquí, sino que esta construyendo en su cabeza. La dilatación de la pupila indica que la persona se encuentra relajada y en el momento presente.
  • Argumentos perfectos. Las mentiras suelen tener coartadas perfectas, respuestas rápidas a cualquier cosa en torno a la mentira. Cuando María te dice: “Estuve en el Super”, tu preguntas: “¿Qué super?” y ella responde casi inmediatamente: “En el mercadona”, probablemente esté mintiendo, ya que a su cerebro no le ha dado tiempo a procesar esa información. Acceder a ella requiere de unos microsegundos donde la atención de María se diluye. Si además responde sin dejar de mirar fijamente a los ojos, miente de todas todas.
  • La intuición. Cuando intuimos que nos mienten, es que probablemente lo estén haciendo. No así cuando nos dicen la verdad. El cerebro humano tiene una inmensa capacidad de procesar detalles inconscientes de los que nunca llegamos a darnos cuenta, si no es mediante las intuiciones. Desde pequeños nos han indoctrinado en que probablemente todo lo que pensamos sea incorrecto, por lo tanto la gente suele dejar de hacer caso de su intuición desde muy joven, olvidando una herramienta magnífica para su desarrollo personal.

Por último un pequeño aviso a navegantes. Detectar mentiras es relativamente fácil, de hecho es una de las primeras cosas que se pueden aprender en comunicación no verbal, para lo que no nos encontramos preparados es para aceptar la decepción que supone que ciertas personas de nuestro entorno nos mientan constantemente.

Las fases del cambio traumático

Al producirse cambios no deseados, inesperados y percibidos negativamente en nuestra vida, no tenemos más remedio que experimentar una serie de cambios emocionales que nos conducen por la senda de lo que se conoce por sufrimiento: Perder a nuestra pareja, ser despedidos, perder a un familiar, terminar con nuestra relación.

Depende de la persona el tiempo que se vive en cada una de las fases, y en ello interviene en gran medida nuestra inteligencia emocional, así como la capacidad de entender que lo que ha ocurrido ha ocurrido y no revolcarse en los Por qués que no llevan sino a que suframos aún más.

Las fases que describo a continuación están basadas en el trabajo de la doctora Kübler-Ross, la mayor especialista del mundo en el duelo. Hay tres grandes fases emocionales, y cada una de ellas va acompañada de una serie de procesos y sentimientos que vivimos: Reafirmación, Crisis y Reconstrucción.

Inmovilismo

La primera reacción es la del shock emocional. En esta fase las personas pretenden seguir con su vida como si nada hubiera ocurrido. Un buen ejemplo es el de la persona que es despedida, y mantiene en secreto el despido ocultándolo a su familia y a sus amigos, sigue levantándose a la misma hora todos los días y pasa la mayor parte del tiempo sin saber que hacer, aunque reafirmado en continuar como si nada hubiera pasado. Este proceso es previo al comienzo de las fases.

Reafirmación

La primera fase, comienza cuando entendemos la mala noticia y termina cuando empezamos a entender que lo que ha ocurrido es así y no podemos cambiarlo. Comprende los siguientes procesos:

Negación

El segundo proceso es el de negar los hechos. En casos de duelo por pérdida de una persona cercana, la manera de negar suele manifestarse al recibir la noticia, aunque se dan situaciones en donde una persona viuda sigue manteniendo los enseres de su pareja durante años, cómo si en un momento dado pudiera volver de la muerte.

Cólera

El tercer proceso se caracteriza por una explosión emocional de ira. Las personas que se encuentran alrededor tienen que comprender, aceptar y permitir esta situación sin provocar un enfrentamiento, debido a que forma parte del proceso de cambio. En ocasiones, hay personas que se estancan en esta fase (cabreo permanente con el mundo) o que la muestran mucho después de que se haya producido el hecho traumático, lo que puede suponer un problema si las personas que tiene alrededor en ese momento no comprenden el hecho que lleva a la persona a la cólera.

Negociación

El último proceso de la fase de reafirmación es la negociación. En el caso de la cultura cristiana, este proceso, en casos de duelo, va asociado a los ritos funerarios. Es una manera de negociar con Dios el futuro de la persona fallecido. En el caso de pérdida de una pareja, éste suele darse mediante los Te prometo (Te prometo que voy a cambiar, te prometo que ya no lo haré más)

Crisis

Generalmente suele ser la fase más larga, donde es habitual ver movimientos hacia atrás y hacia delante en cada uno de los procesos emocionales que se producen, aunque siempre manteniendo uno de ellos como tónica principal. Éstos son:

Angustia

La sensación de angustia o dolor emocional intenso, que en ocasiones llega a manifestarse como dolor físico. Este proceso, al igual que todos lo de la fase de crisis, es necesario vivirlo, ya que el uso de parches, si bien puede aliviar transitoriamente la sensación, es peligrosa debido a que crea un apego a éstos, no permitiendo a la persona avanzar, en alguno casos, nunca.

Tristeza

La tristeza emocional o tristeza del yo, es un proceso que nos lleva a la apatía, a querer estar sólos, y no confiar en lo que los demás nos digan. En estos momentos es bueno contar con personas que nos influyan positivamente sin juzgar o intentar dar soluciones racionales a algo que es meramente emocional.

Depresión

Probablemente la depresión sea el proceso más duro y difícil de superar. La depresión se caracteriza por una interiorización del sufrimiento, y se dan paradojas como la de un animador o una persona que siempre es positiva intentando dar al mundo mientras interiormente se encuentra sufriendo el cambio traumático. La depresión no siempre se muestra al mundo tal y como es, ya que la persona incluso se encuentra avergonzada de sí misma por el hecho de padecerla. En ésta fase es difícil la ayuda, ya que es la persona la que tiene que decidir cuando pasar a la siguiente fase.

Reconstrucción

La última fase es la de reconstrucción, que comienza al ver el final de la depresión y cuando la persona recupera una vida normalizada y empieza a vislumbrar nuevas metas y objetivos, permitiendo así que avance. En esta fase sólo hay un proceso: el de Aceptación, mediante el cual la persona comprende lo que le ha ocurrido y que no podía haber hecho nada para evitarlo, liberándose así de sufrimiento del cambio traumático.

Parches

Los parches son herramientas emocionales que nos permiten sobrellevar una situación que nos supera. Son muy habituales y las personas los llevamos a cabo para olvidar durante unos momentos nuestro sufrimiento y enfocar así la situación que vivimos de una manera más emocionalmente productiva. Algunos de estos parches son: Quedar con amigos, leer, escuchar música, ver películas o series, escribir, salir a hacer deporte, ir de viaje. En cualquier caso, son actividades que requieren toda nuestra atención y que nos permiten liberar al cerebro de la presión continua.

Hay que utilizar los parches, y muchas veces, aunque hay que tener cuidado de no quedarnos atrapados en ellos. Si nos han despedido de nuestro trabajo, debemos recurrir a las personas cercanas, sin convertir éste recurso en un fin, y teniendo en cuenta de que se trata de un medio para poder liberar momentáneamente la presión para poder seguir avanzando.

Cómo actuar con una persona que está sufriendo un cambio traumático

En primer lugar hay que aceptar, permitir y comprender lo que está sucediendo a la persona, sin castrarle emocionalemente. En éstos momentos, la persona necesitará llorar y desahogarse para poder limpiar sus emociones, y es por ello que hay que mostrar el apoyo necesario para que se sienta en confianza de hacerlo. Debemos evitar dar pasos de contacto físico, como los abrazos si la persona no nos lo pide, y mostrarle nuestra disposición a estar a su lado sin juzgar sus decisiones. Es crítico no caer en ofrecer soluciones para su problema, ya que éstas soluciones sólo podemos darlas en función de nuestra propia visión, que además es racional. Intentar combatir un proceso emocional con una solución racional es como intentar arrancar el coche con agua destilada. La persona es consciente de que tiene que tomar vías y decisiones y además está perfectamente capacitada para tomarlas por sí misma

Cómo actuar en caso de estar sufriendo un cambio traumático

Una de las herramientas más importantes es identificar y conocer en que fase nos encontramos. Eso permitirá saber en que lugar del camino estamos y lo más importante, saber cuanto de éste nos queda por andar. Irremediablemente, tendremos que pasar todos los procesos de reconstrucción emocional, aunque conocerlos y aceptarlos nos permitirá pasar cada uno de ellos rápidamente. Hay que tener en cuenta que no se puede huir de ellos, así que si nos encontramos angustiados o deprimidos, hemos de aceptarlo y vivirlo, utilizando los parches para evitar llegar a momentos de hundimiento, que nos lleven a la autolesión o a agredir a los demás.

Después

Es necesario saber que las heridas emocionales tardan un tiempo en curarse y que, como una gran operación, seguiremos sintiéndolas de vez en cuando a lo largo del tiempo, con mayor o menos intensidad. Éste proceso de sufrimiento es a la vez un proceso de aprendizaje, que nos capacita emocionalmente para enfrentarnos a situaciones difíciles a lo largo de nuestra vida.

La música prohibida, Mozart y el ciclo de la cultura

La historia de la civilización occidental está sin duda, marcada por la Iglesia Católica. La Iglesia, además de resultar un elemento de transmisión cultural, fue también un instrumento de represión y control basada en esta propia cultura. Hoy en día, las formaciones clásicas no son muy habituales, y bastante menos populares, sobre todo entre la gente joven y de mediana edad.

Por eso, y aunque la redundancia me persigue (ya escribí sobre esto en el año 2005), traigo algo que nada tiene que ver con la temática habitual de este blog. El Miserere Mei, Deus de Gregorio Allegri, perteneciente al Salmo 50 (en numeración griega) de Gregorio Allegri. Una de las piezas más maravillosas de la historia de la música. Recomiendo encarecidamente escuchar en el reproductor mientra se lee la historia.

Gregorio Allegri: Miserere mei, Deus – St. Johns College Choir, Cambridge

El miserere que escuchamos pertenece al Salmo 51 (50 con numeración griega) y se compuso durante la vigencia del Papa Urbano VII, probablemente alrededor de 1630, para su uso en la capilla sixtina durante los oficios de maitines en el Miercoles y el Viernes de la Semana Santa. Era la pieza final de doce misereres que se cantaron durante el oficio desde 1514 y la más popular.

En algún momento, se prohibió totalmente su transcripción a partituras y su reproducción solamente era permitida en estos oficios, añadiendo un halo de misterio a la pieza. Escribirla o reproducirla sin permiso era un acto castigable por parte del Vaticano bajo pena de excomunión, y ya sabemos como se trataba la excomunión en el siglo XVII).

Con 14 años, Mozart visitó la capilla sixtina durante la celebración pontificia, y dado que se trata de un salmo muy largo con nueve estrofas repetidas, fue transcribiendolo sobre la marcha, durante la celebración del Miércoles Santo, volviendo el Viernes Santo para tomar correcciones menores. Posteriormente conoció al historiador Charles Burney, que llevó la pieza a Londres y la publicó en 1771.

Una vez publicado, se eliminó la prohibición que se había levantado sobre el Miserere y se hicieron más transcripciones. El Papa hizo llamar a Mozart para conocer al genio que había sido capaz de transcribir la obra.

Posiblemente, el Papa asumió que Mozart no era un pirata, sino un genio transmisor de cultura. Una cultura prohibida durante doscientos años por el Vaticano sin razón ni explicación, bajo pena de excomunión. Una obra reservada al puro placer de los Papas y, en algunas ocasiones, de la plebe. Hoy en día, es una de las piezas vocales a capella más famosas en todo el mundo

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