Hace más de 15 años que monté mi primera empresa de Software. Por aquel entonces era un chaval que tenía más energía y curiosidad que conocimiento, y que junto con un par de socios decidió embarcarse en el mundo de la web. Hacía poco de la explosión de la burbuja .com y los congresos de webmaster todavía eran algo a lo que iba la gente.
Hoy las cosas han cambiado. La carrera programador, analista y jefe de proyecto que vino después ha dejado paso a una aceptación de que los proyectos están muertos y que la mentalidad de producto pesa en una generación que es digital-first. Las empresas necesitan cambiar el time-to-market. Para eso necesitamos cabezas pensantes, no monos ejecutores.
Esto ha provocado un cambio en el mercado del desarrollo de Software. Aproximadamente hace cuatro años empezaron a romperse los techos de cristal del mundo del desarrollo en España. Cuando nuevos productos irrumpen en un mercado dominado por las tarifas por hora, los mejores desarrolladores deciden abandonar el barco y mejorar sus condiciones económicas y laborales. Coincide con la etapa final de la web 2.0.
Dejé de programar profesionalmente hace más de 10 años, después de pelearme con Java y comenzar a amar Ruby on Rails, que introdujo conceptos que para mi eran completamente desconocidos, tales como el desarrollo ágil de Software, los tests continos, behaviour-driven development y gestión de la configuración con Puppet.
Durante estos últimos años dedicado a llevar agilidad a compañías, primero como Scrum Master, luego como Agile Coach y posteriormente como Professional Scrum Trainer, no he dejado de pensar en lo que disfrutaba desarrollando Software. Creo que es imposible quitarse la mentalidad de resolver problemas una vez que la tienes.
He tenido que aprender a lidiar y a explicar conceptos básicos como la necesidad de hacer tests o invertir en un stack de integración continua desde el punto de vista de negocio y no de desarrollo. Porque al final quien pone el dinero para que esas cosas ocurran son personas que, en la mayoría de las ocasiones, no tienen experiencia en desarrollo. Y eso está bien. Si Mahoma no va a la montaña, la montaña irá a Mahoma.
Hoy hace apenas dos años que trabajaba sólo y decidí hacer un llamamiento a gente que, pensando como yo, viniendo del mundo del Software, hubiera andado el camino hacia transformar organizaciones y no puedo más que alegrarme del éxito que ha tenido. Hoy nuestra facturación se mide en siete cifras y somos 16 compañeros. No parece que lo estamos haciendo mal.
Sin embargo, nunca he dejado de pensar en que lo que a mi me gusta es crear cosas. La transformación es una experiencia interesante y de un ámbito distinto. El problema del Software es que requiere de capital, paciencia y tiempo, sobre todo si quieres hacer las cosas distintas en un mercado que es más maduro que incipiente.
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Con todo esto en mente, en Junio nos decidimos a abrir la tercera pata de JP&Associates, la del desarrollo de Software. Ha sido un lanzamiento de perfil bajo en donde nos hemos preocupado más de empezar a hacer que a contar. Estamos todavía incorporando compañeros y hemos desarrollado nuestro primer MVP: Metrics. Una aplicación para reportar métricas de delivery en equipos ágiles que ya estamos usando en cliente. Puedes pedirnos una invitación aquí.
Lo interesante no sólo es la aplicación, sino todo lo que hay detrás: Código limpio, testing, métricas de código y continuous delivery sobre contenedores para desplegar en cualquier plataforma en la nube, sobre un stack Java y React/Vue.
El futuro es incierto y queremos cambiar la forma de vender desarrollo de Software, desde proyectos cerrados hasta Sprints con incrementos de valor terminados y eso supone renegociar la forma de hacerlo con los clientes. Nuestra propuesta de valor de partida es clara: Ofrecer un equipo ágil completo capaz de entregar incrementos de valor y hacerlo a través de Sprints.
Estamos empezando a hablar con clientes que buscan nuevas formas de colaboración más centradas en el valor y menos en los contratos. Si piensas que tu o tu empresa pueden serlo, ponte en contacto con nosotros.
[…] del manifiesto, el objetivo era hacer una declaración de intenciones de cara a mejorar la forma de desarrollar Software, esto es, generar más valor y mejores productos a través de una serie de principios y valores […]