Cuando se trata de abordar el orden del Product Backlog en Scrum, el proceso de Refinamiento juega un papel fundamental para asegurar la transparencia, el alineamiento con el Product Goal y la facilidad de gestión del Sprint Planning.
El Refinamiento no forma parte de los eventos clave de Scrum. Suelo explicar que no es un evento porque se trata de una actividad que depende mucho del contexto de cada producto y de cada Scrum Team.
Así, en Scrum podemos considerar tres tipos de refinamiento dependiendo de tres horizontes distintos: Estratégico, táctico y técnico.
Refinamiento estratégico
El primer horizonte de Refinamiento que tenemos en el que tenemos que trabajar en Scrum es el estratégico. El objetivo de esta actividad es, partiendo de un Product Goal, ordenar el Product Backlog de tal manera que cumpla con los objetivos estratégicos que queremos abordar en nuestro producto a corto y medio plazo.
En este tipo de refinamiento es habitual que el Product Owner trabaje codo con codo con los Stakeholders buscando las mejores opciones en el orden del Product Backlog y en la asignación subjetiva de valor a cada uno de los elementos. El uso de técnicas como 500 puntos de valor o buy a feature de Innovation Games.
La técnica de 500 puntos de valor consiste en repartir 500 puntos entre todos los elementos del Product Backlog. La única regla es que no puede haber dos elementos que tengan el mismo valor y entre todos tienen que sumar 500. A través de esta restricción tenemos que valorar de manera relativa todos los elementos, descartando aquellos que no tienen valor y refinando otros para que si lo contengan.
Refinamiento táctico
El segundo horizonte de refinamiento en Scrum es el táctico. En este refinamiento trabajamos con miembros relevantes del Scrum Team para mejorar el entendimiento, la granularidad y la transparencia de los Product Backlog Items. Aunque puede que a través de este ejercicio surjan temas estratégicos, aquí el objetivo es que aquellos elementos que puedan formar parte de una Release sean identificados y ordenados de manera que tengan sentido.
Durante este proceso es habitual realizar estimaciones para entender si los elementos del Product Backlog son candidatos a poder terminarse en un Sprint. Además, es normal completr detalles en forma de criterios de aceptación para mejorar el entendimiento.
Este ejercicio puede consumir alrededor del 10% de un Sprint.
Merece la pena pararse a remarcar que sin este ejercicio el trabajo que hacemos posteriormente se puede convertir en un caos. Sin un refinamiento táctico los debates en el Sprint Planning se alargan. Es posible que terminamos trabajando en cosas que no suponen valor.
Sin embargo, este ejercicio sin un refinamiento estratégico previo en torno a un Product Goal es un ejercicio difícil al no tener una dirección estratégica contra la que planear.
Refinamiento técnico
El último horizonte de reinamiento es el técnico. Una vez que tenemos un Product Goal, un Product Backlog ordenado y un buen entendimiento es momento de debatir los aspectos técnicos de los elementos que poseen un orden más alto en nuestro Product Backlog.
El objetivo es debatir los detalles. A través de este debate es posible que se produzcan cambios en la parte táctica e incluso en la estratégica.
Estos detalles suelen versar aldededor de la implementación de los elementos. Desde cómo llevarlos a cabo hasta que miembros del equipo son los mejores candidatos para llevarlos a cabo. Todo el equipo Scrum participa de este refinamiento.
Dedicar tiempo a refinar en estos tres horizontes supone un ahorro de tiempo y energía cuando se trata de abordar un Sprint. Los equipos que realizan un buen refinamiento rinden mejor y solucionan problemas mucho más rápidamente que los que comienzan trabajo en el Sprint sin pensar.
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