Hay ciertas formas de pensar que hemos ido perdiendo con la edad. Valores a los que no le prestamos atención pero que están en nuestras mentes desde que empezamos a usarlas. Cuando nos hacemos mayores existe un sentimiento que nos bloquea. El miedo. Miedo a fallar, miedo a no tener más oportunidades, miedo al qué dirán.
Por esta vez, en este evento tan bonito organizado por el grupo Agile Women, fueron los niños los protagonistas y los que tenían mucho que enseñar a los adultos.
El evento
Agile Kids España 2018 tenía muchos mensajes importantes que transmitir.
Hicieron su propia versión del manifiesto y sus valores (en la foto de la izquierda). Y nos lo entregaron en un cuaderno de actividades que iba dentro de la bolsa de bienvenida con otros detalles de los que patrocinaron el evento.
El día estuvo cargado de juegos para conocernos, compartir y experimentar. Aprendieron lo que son los Kudos y el valor de agradecer a otras personas lo que hacen. También tuvieron la oportunidad de hacer varias iteraciones por grupos para construir una torre con un marshmallow. Una dinámica que resultó interesante porque las mesas se dividieron en dos grupos, por un lado los adultos y por otro los niños, permitiendo de esta manera que no se vieran influenciados. Me hizo gracia comprobar que la mayoría de los adultos somos un poco tramposillos.
Otro juego que les encantó fue ayudar a Patri (una de las organizadoras) a llenar su maleta para un viaje a Tailandia. Cada mesa tenía un tablero con estados y los post-its pasaban de una columna a otra hasta que se dibujaba lo que había en cada post-it y se metía en la maleta.
Se notaba el cariño con el que estaba organizado el evento y el buen rollo que contagiaban las facilitadoras. Al final hubo sorpresa para los asistentes con una actuación de magia antes de comer.
Valores aprendidos
Al principio no me convencía mucho la diferencia de edad entre algunos de los asistentes. Había niños muy pequeñitos que necesitaban un adulto y otros que aprendían más sin él. Pero al final creo que también es valioso para los que son más mayores porque pueden jugar en el equipo contrario a los familiares y eso lo hace todavía más divertido.
Responder al cambio y comunicación. Puede que haya nacido la mejor versión del silencio autoorganizado para niños, pero si hubo necesidad de un sistema de altavoz en algún momento, aunque las organizadoras supieron cómo hacerse oir.
Niños proactivos y equipo autogestionado. Uno de los momentos más especiales fue cuando algunos de los niños y familiares decidieron leer sus kudos en alto. Tras este ejemplo otros niños escribieron sus propios kudos.
Obviamente los niños no salieron de allí con estas ideas en la cabeza. Son niños. Pero se lo pasaron bien, tienen un buen recuerdo de todo lo que allí hicieron y sus familiares son los que tienen que fortalecer lo aprendido con el primero de los valores: Padres como modelo a seguir.
Nuestra enhorabuena al equipo de Agile Women por organizarlo.
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